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dissabte, 19 de gener del 2008

Muse - Épica del Siglo XXI

De izquierda a derecha, Dominic Howard, Matthew Bellamy y Chris Wolstenholme, componentes de la banda británica MUSE.

Introducción

Debería retroceder hasta 1999 para rescatar del pasado los primeros acordes que recuerdo de Muse. En mis oídos resonó, por primera vez, la desgarradora e intensa voz de Matthew Bellamy. El sencillo, llamado Muscle Museum, reunía contundencia y melancolía, evocando muchas sensaciones de las que yo rescataría la grandeza, y las influencias de la escena indie, entre las que destacaría a Jeff Buckley o Radiohead. El sonido del disco reunía el sabor del rock armónico, destilado con unas gotas de pop alternativo, e incluso de la música de cámara. Muse comenzaba, así, una andadura exitosa y prolífica, cuyo fin aún resta muy lejano, y que les ha convertido ya, por derecho propio, en una de las grandes bandas de rock del momento.

Showbiz (1999)

La primera toma de contacto con Muse es este épico disco datado en 1999, en el que se atisba a una banda en búsqueda de su propia personalidad. Con clarísimas influencias de Radiohead, con quienes compartieron productor, Showbiz arrancó la carrera de Muse mostrando algunas de sus más arraigadas señas de identificación : la profundidad de la voz de Bellamy, el uso del piano como elemento clásico y, permítanme, romántico (escuchen esa delicada maravilla llamada Unintended), los ecos del rock más puro (hay riffs de una intensidad casi dolorosa), y el tono épico y desgarrador de las canciones.

La Canción : Muscle Museum





Origin of Symmetry (2001)

El segundo disco de Muse tuvo en la potentísima Plug in Baby su bestial carta de presentación. Explorando un sonido más contundente y estruendoso que el de Showbiz, Muse endureció su propuesta, decantándose por un rock rebosante, deambulando entre el himno y el aplastamiento. Hay quién se acordó de Rage against the machine escuchando temas como el ya citado Plug in Baby, Citizen Erased o la apabullante Hyper Music, donde el grupo británico comenzó a invadir los caminos de la épica del rock.

Las letras van desde el optimismo vengativo de Feeling Good, a la trascendencia quasi divina de New Born, pero todas mantienen una obsesión por enterrar un pasado e inhalar la magia del renacimiento.

En Origin of Symmetry hay un afianzamiento de una personalidad musical descarada y poderosa. Muse empezaba a tener un sonido propio. Muse empezaba a sonar a Muse.

La Canción : Citizen Erased









Absolution (2003)

Con un sorprendente cambio de registro emocional, pero sin perder ni un ápice de su personalidad musical, Muse utilizó su tercer disco como respuesta ante la deleznable guerra de Irak. Bellamy y los suyos crearon un disco lleno de rabia y épica, que fue declarado, para muchos, como el mejor LP del año 2003.

Muchos recordarán Absolution por el que es, tal vez, el gran himno de la banda : Time is Running Out, un tributo al crescendo más puro, que arranca misteriosa y acaba con una violencia casi apocalíptica. En Absolution, la formación británica está más cerca del dramatismo del primer disco que del electroshock de su segunda propuesta. Hay evocaciones idealistas (Apocalypse Please), desesperadas (Sign for Absolution), enrabietadas (Hysteria), y hasta concesiones a la lírica, en la desconcertante Blackout.

Absolution significó la completa desaparición de las influencias que habían marcado los inicios de Muse, y representó un inesperado canto a la libertad, cuyas banderas se forjan a ritmo de voz y guitarra.

La Canción: Time is Running Out









Black Holes and Revelations (2006)

La que es, hasta el momento, la última propuesta de Muse sorprendió a muchos de sus seguidores por su caótica y experimental estructura. Black holes and Revelations está lleno de cambios (pasar de Take a Bow a Starlight no es tarea precisamente fácil) y delirios (¿Alguien habría esperado algo como el rollo hypermoderno de Supermassive Black Hole, o la extravagante paranoia de Knights of Cydonia al darle al Play?), con lo que fueron necesarias varias escuchas para digerir su contenido.

El cuarto disco de Muse puede ser entendido como la puesta en escena de las inquietudes de una banda inconformista, ávida de nuevos sonidos (hay incluso guitarras españolas en Hoodoo) y ya asentada en unos cánones de calidad muy altos. Sigue el compromiso ideológico presente en las letras, y aumenta la oscuridad en un sonido cada vez más electrónico.

La Canción : Map of the Problematique







1 comentari:

Milipup & Fonty Monty ha dit...

Felicitats Ángel pel repàs discogràfic d'una banda tan interessant com Muse.

Espero que les col.laboracions d'aquest nivell continuin i puguin ser molts els grups analitzats.

Això si, pocs estaran a l'altura del grup que ens ocupa en aquesta ocasio.

Força Muse i que ens donguin musica per força temps!!!